Nuestra fundadora, desarrolló Benesen con el objetivo de compartir la fórmula que había creado: La magia de la naturaleza potenciada por la tecnología
Las primeras pruebas las llevó a cabo en ella misma. Después de toda una vida sufriendo de una piel sensible, decidió mejorar las mezclas de aceites que su madre le ponía cuando era niña. Romero, Lavanda, Argán, Onagra… todo sin químicos ni conservadores.
Investigó la industria a nivel mundial y conoció técnicas de las que nunca había escuchado. Descubrió la unión de lo botánico con lo esencial y entendió que la cosmética puede ser natural y efectiva. Ácidos, sueros, polvos… todo surge de nuestro planeta. Comprendió que no había necesidad de untar químicos sobre los cuerpos.
Dio resultado. Su curiosidad y perseverancia lograron la tarea tan sencilla que tantos productos comerciales no pudieron: Su piel se veía más sana y dejaron de brotarle granitos. Dentro de poco sus mezclas comenzaron a volverse formulaciones.
En 2018 lanzó el Suero Facial Hidratante y nacieron nuestros primeros clientes. Bruno, su hijo, lo probó al terminar un periodo severo de acné, sorprendido de que el aceite no le sacara granitos.
Así, honrando a su madre y apapachando a su hijo, decidió compartir con el mundo lo que había descubierto para ella misma. Desde entonces entendemos su apapacho. Desde entonces esparcimos
La Esencia de lo Bueno.